sábado, 27 de noviembre de 2010

La villa romana de La Olmeda

UN PALACIO EN LA HISPANIA DEL BAJO IMPERIO ROMANO

Durante los siglos III y IV las villas hispanas muestran un auge sin precedentes, coincidiendo con esa etapa de decadencia de la vida urbana debido a la presión fiscal y la crisis de las actividades artesanales y comerciales. Los poderosos, al trasladarse a sus casas en el campo, llevaron consigo todos los refinamientos que la vida en la ciudad les ofrecía, levantando edificios ricamente ornamentados y cuyos niveles de lujo y suntuosidad no eran inferiores a los de la mejor "domus" de la ciudad.
En la Meseta castellana, durante el Alto Imperio, la economía agraria se había caracterizado por un régimen de pequeños y medianos propietarios agrícolas, junto a unas propiedades de tipo comunal, cada vez menores. De forma paulatina y ya en el Bajo Imperio, los miembros de la familia imperial, los senatoriales y las oligarquías locales fueron acumulando tierras, creando grandes latifundios en un proceso de concentración de la propiedad en unas pocas manos.
Ese es el motivo de que la moderna Arqueología haya encontrado en las tierras castellanas abundantes vestigios de las antiguas villas hispanorromanas, importantes centros de poder enmarcados en un medio rural que tendía a ser autárquico, para lo que disponían de todo tipo de talleres dedicados a la fabricación y reparación de los útiles más diversos. Se piensa, incluso, que llegó a ser frecuente que los ricos propietarios agrarios tuviesen pequeños ejércitos privados, que garantizaban la paz en su fundus.

EL PALACIO CENTRAL DE LA OLMEDA
La villa romana de La Olmeda es una de las más completas y ricas que el Pasado nos ha legado en toda la Hispania romana, siendo de destacar, además, que sus mosaicos polícromos se incluyen entre los más bellos de todo el Occidente del mundo tardorromano.
 Los inicios de esta villa romana parecen remontarse a los años finales del siglo I d.C., alcanzando su ocupación hasta las postrimerías del siglo III, momento de fuerte crisis económica y social. Durante el siglo IV la villa fue reedificada (quizás tras un incendio), de nueva planta y en distinto lugar, estimándose que es en tiempos de Teodosio, finales del siglo IV, cuando alcanza su mejor momento de esplendor. De este momento datan los más extraordinarios mosaicos de la casa. Los "honestiores" que residieron en la villa de La Olmeda supieron, sin duda, dotar a su residencia campestre de los más exquisitos lujos que la vida urbana podía ofrecer en ese momento. A finales del siglo V, o quizás ya en el siglo VI, la residencia es abandonada de forma precipitada. Se desconocen las causas concretas de la violencia y destrucción que se acusan en la villa, pero lo cierto es que nadie quiso, o pudo, pararse a recuperar los abundantes utensilios que quedaron abandonados entre las ruinas. Así al excavar la villa fue frecuente encontrar útiles de bronce o hierro atrapados, a veces, debajo de muros caídos o entre niveles de techumbre y cenizas.


Arquitectónicamente la villa de La Olmeda es un edificio cuya estructura gira en torno a un gran patio porticado (peristilo) con arquería de ladrillo, de forma rectangular, rodeado de cuatro galerías a las que acceden las diferentes habitaciones. Cuatro torres, dos cuadradas en la fachada Norte y dos octogonales en la del Sur, se sitúan en los flancos de la villa. El edificio hubo de tener dos plantas, ya que se han podido identificar los restos de las escaleras que accedían a las habitaciones del piso superior.
Entre las torres, tanto en la fachada Norte como en la Sur, se abren sendos pórticos, sostenidos por columnas. Sobre estos pórticos, terrazas pavimentadas con mosaicos. La entrada principal al palacio se hace por el centro del pórtico Sur, pasando en primer lugar a un atrio o vestíbulo con un sencillo mosaico geométrico. Al fondo del vestíbulo, cuatro columnas pintadas de rojo dan paso a la galería Sur del peristilo. Las habitaciones del ala Sur del palacio son habitaciones de servicios, entre las que destaca la cocina, un almacén y otra sala destinada a algún uso agrícola o industrial impreciso.


En el centro del ala Este se encuentra la sala principal, llamada Oecus, con el mosaico de Aquiles y el de la Cacería. En este mismo ala oriental, un comedor (triclinium) con ábside rectangular, un pequeño dormitorio y tres habitaciones con hipocaustum
El ala Norte del palacio se compone de una larga serie de habitaciones, sin mosaico, cuyo uso se desconoce (quizás dormitorios del servicio). 
En el centro de este ala, otra entrada al palacio, con piso de madera, al que se accede después de cruzar el pórtico, con terraza pavimentada con mosaico. De nuevo se utilizan mosaicos en las habitaciones del ala Oeste del edificio, casi todas con este tipo de piso. 
Destaca el comedor principal (triclinium), de forma muy irregular al haber sido ampliado durante la época de esplendor del palacio. Lo cubren cuatro mosaicos diferentes y tiene también calefacción por hipocaustos. El jardín central es prácticamente cuadrado y tenía en su centro una fuente rodeada por un pequeño mosaico circular. Una pérgola, formada por ocho arcos de follaje, pasaba por el centro del jardín, uniendo las dos puertas de acceso a las galerías del peristilo. En las jambas de estas puertas columnas de mármol blanco. Parece que un canal de agua atravesaba el patio y salía por la puerta Norte.
Junto al comedor principal sale un amplio pasillo o corredor, con piso de tierra, y se dirige hacia el Oeste, a las Termas, permitiendo así a los bañistas trasladarse a este recinto sin salir al exterior.


LAS TERMAS




Se encuentran en el extremo Oeste de la villa, ocupando un amplio espacio dividido por la galería de acceso. A un lado una amplia habitación con hipocaustum, cuya función se desconoce. Al otro lado un amplio vestíbulo pavimentado con mosaico, sirve de apoditerium (vestuario), y da acceso a la zona de baños: tepidarium, caldarium y frigidarium (de forma trilobulada). La zona disponía también de letrinas.




LOS MOSAICOS


El mosaico de la sala principal (Oecus) es la pieza más importante de la villa, tanto por su tamaño -174 metros cuadrados- como por su calidad y su temática. El centro del mosaico lo ocupan los temas figurados, a los que rodea una cenefa geométrica.
Entre los temas figurados, el más próximo a la puerta del salón es un conjunto de paneles con escenas de caza, posiblemente siete, en el que vemos leopardos que luchan con cazadores, un jabalí acosado por jauría de perros, antílopes perseguidos por un león, y otra serie de animales, tanto autóctonos como exóticos. El centro del salón lo ocupa un conocido tema mitológico (Aquiles en el gineceo de Licomedes) que muestra el momento en que Ulises descubre a Aquiles, cuando éste se encontraba vestido de mujer y escondido entre las princesas del palacio real de Skyros, en donde lleva una vida placentera a la que habrá de renunciar para ayudar a los griegos en su lucha contra la ciudad de Troya. En la representación, una de las hijas de Licomedes, Deidamía, sujeta con fuerza al héroe intentando evitar que acuda a la llamada de Ulises. . Tiene figuras de gran tamaño - entre 2,20 y 2,50 mts. de altura - y abundan en él las teselas de mármol y de vidrio.
Rodeando el cuadro de Aquiles hay una cenefa con el tercer tema figurado del mosaico: una serie de medallones ovalados - se conservan catorce de un total de diez y ocho que fueron en origen - con retratos masculinos y femeninos de una excepcional calidad. Mucho Se cree que se trata de las efigies de los dueños del palacio y de sus familiares. En estos retratos las teselas llegan a alcanzar dimensiones minúsculas - hasta poco más de 1 mm. - y lo mismo que en el tema de Aquiles, se utilizan en ellos teselas de mármol y de vidrio. En las esquinas de la cenefa están representadas las cuatro estaciones del año, en bustos femeninos.
Los pasillos que rodean el patio central y los suelos de varias habitaciones poseen también extraordinarias muestras de mosaicos con motivos vegetales y geométricos: flores, hojas, figuras geométricas, cenefas o cruces esvásticas. En total, más de 1400 m2 de mosaicos recubren buena parte de la superficie de la villa.


Y, como siempre, el consiguiente vídeo




Escultura romana

Resumidito... Las características de la escultura



El género escultórico más importante es el retrato, realizado mayoritariamente de busto. Tomado, en sus lineas generales de los Etruscos, llega con Roma a su máxima expresión, como forma de enaltecimiento político y social. El retrato al servicio del poder y de la nobleza patricia, se convertirá en un documento impagable para los historiadores.



Durante la república, a diferencia de la idealizada escultura griega, el retrato romano trataba de reflejar con fidelidad los rasgos individuales del retratado, sin omitir los defectos, de ahí que fuera de un penetrante realismo. El origen de los retratos se relaciona con la tradición etrusca de hacer máscaras funerarias en cera de los antepasados que eran portadas en las  procesiones del entierro y se guardaban en el hogar. Al principio sólo los patricios romanos que habían ejercido cargos públicos tenían derecho a retratos (ius imaginum). 
El retrato republicano acusa el carácter del retratado así como su rango social. Junto a retratos de cuerpo entero, de pie o sedentes, hay bustos sólo de la cabeza y cuello. Los hombres carecen de barba y llevan el pelo corto. 

De esta época son el Grupo Barberini, un patricio portando dos cabezas esculpidas de sus antepasados de acusado realismo, los bustos de Catón y Porcia, retrato doble de un matrimonio y la cabeza de Pompeyo el Grande, del siglo I a.C, retrato de gran dominio técnico y fidelidad  psicológica del personaje, general muy respetado por sus virtudes.

Como modelo de retrato funerario destaca “El Brutus Barberini” de fines del siglo I a.C. Realizado en mármol finamente pulido, representa a un hombre de tamaño natural que porta dos cabezas-busto en las manos: una la posa sobre una columna y la otra la mantiene en el brazo izquierdo en actitud tensa.
La columna está decorada con temática vegetal y su altura llega a medio cuerpo de la figura; ésta viste con manto de abundantes pliegues, que se recogen a la altura de la cintura. En el busto de la mano izquierda se aprecia el nacimiento de los pliegues del vestido; la figura se apoya en un pié y flexiona el otro en una actitud bastante relajada.
El grupo se realizó partiendo de un bloque cilíndrico posiblemente, llegando al bulto redondo, pero predomina a pesar de todo la visión frontal. Los rostros son auténticos retratos: el de la figura central duro y de pómulos salientes y el de los bustos con expresión más suave. El personaje principal lleva túnica sujeta con una fíbula y cubierta por una toga, símbolo del patriciado y que indica su acceso a la magistratura.
Entre los patricios romanos era habitual retratarse con los bustos de sus antepasados (“imagines maiorum”), como símbolo de su importancia social y de sus privilegios. 


Otras esculturas de época republicana

Durante el imperio destacan las esculturas de cuerpo entero, realizadas para mayor gloria de los emperadores, sobre todo a partir del momento en que éstos son divinizados. Desde Augusto a Nerón, Trajano, Adriano o Constantino, todos tuvieron sus efigies en todos los rincones del imperio, como símbolo de su poder. Al emperador se le  representaba togado, como príncipe del Senado, con el manto de pontificex máximus o arengando a las tropas como "imperator". En estas esculturas siempre había una mezcla de realismo (retrato) e idealización (divinidad).

La escultura imperial se convirtió en el principal elemento de propaganda del poder del emperador y del propio poder de Roma






Augusto de Prima Porta



En detalle se ve mejor

En cuanto al relieve, tendrá su culminación durante la época imperial, como recurso narrativo de las grandes gestas de los emperadores. De estilo ilusionista, mostrando un espacio continuo, con estudio de la perspectiva y del movimiento, alcanzó gran difusión en estos momentos. Los mejores relieves históricos son los del Arco de Tito, con el desfile triunfal del emperador y su ejército entrando en Roma tras el saqueo del templo de Jerusalén en el año 70. Sin embargo los que más impresionan por la dimensión de la obra son "La columna Trajana" y el "Ara Pacis".

"Ara Pacis" 

El altar se construyó por voluntad del Senado en el año 13 a. C., para dar las gracias a Augusto por la paz que había conseguido para todo el mundo romano después de las victorias de España y Galia, y fue dedicado en el 9 a. C., en el Campo de Marte, en una solemne ceremonia. Consta de un recinto rectangular de mármol, asentado sobre un podio, en el que se abren dos puertas a las que se llega por dos escalinatas; dentro está el altar propiamente dicho, con una rica ornamentación y tres escalones a sus pies. El recinto muestra una decoración escultórica suntuosa tanto por dentro ‑con un motivo de festones vegetales con pateras y bucráneos‑ como por fuera, donde está dividida en dos sectores. En la franja inferior se repite un elegante friso de volutas de acanto con cisnes y otros animales; en la superior, se ven representadas cuatro escenas mitológicas ‑una a cada lado de las puertas‑ y la procesión que se hizo cuando se consagró el ara, distribuida en las dos caras menores. El lado norte es elmás dañado y menos importante y, en cambio, el grupo de personajes que se ve en el lado sur es de mucho interés, pues en él se reconoce al propio Augusto junto a los sacerdotes, magistrados y miembros de la familia imperial. La ilustración reproduce, completando las lagunas, la procesión del lado sur, exceptuado un primer sector cuyos relieves se han perdido. En primer término se ven dos lictores, seguidos por Augusto, flanqueado por dos cónsules; detrás avanzan cuatro flámines (sacerdotes) y el lictor de los flámines; Agripa, su hijo Cayo César y su mujer, Julía, hija de Augusto; Tiberio; Antonía Menor, sobrina de Augusto, y su marido, Druso, hermano de Tiberio, acompañados por su hijo Germánico; Antonia Mayor, sobrina de Augusto, con sus hijos Domício y Domicia y, por último, su marido, Domicio Enobarbo.
Anna Mª Liberati y Fabio Bourbon.- Roma Antigua.- Ed. Óptima. Barcelona, 2001. Págs. 133.

Color original del "Ara Pacis"
Su solución plástica trata en primer lugar de rellenar obsesivamente todo el espacio, pero con una técnica narrativa, clara, de técnica precisa y nítido realismo, donde el nivel del relieve marca la perspectiva. Así las figuras del primer plano se representan el alto relieve mientras que las de segundo y tercer plano se realizan en medio y bajo relieve. Las actitudes de los personajes varían entre sí, lo que otorga ritmo compositivo y movilidad a la composición, a pesar del número de personajes. Se pierde así el sentido procesional griego, pero se gana en ritmo y plasticidad. Hay un ritmo más pausado, con más sosiego que en "las panatheneas", y la indi
vidualización de los personajes es un claro signo distintivo.

Relieves del arco de Tito

Se encuentran dispuestos en el intradós del arco dedicado al emperador. A ambos lados se representan dos escenas que conmemoran el aplastamiento de la revuelta en Palestina por las legiones romanas. En un lado se representa el carro del emperador en el desfile de triunfo, mientras la victoria lo corona de laurel; en el otro, el traslado del botín de guerra: los tesoros del templo arrebatados por los soldados judíos (entre ellos la menorá, candelabro sagrado hebreo y las trompetas de plata, con las que se llamaba a la lucha). 



Columna trajana

Diseñada por Apolodoro de Damasco, a principios del siglo II, para conmemorar la conquista de la Dacia por parte del emperador Trajano. Se trata de toda una "tira" narrativa, dispuesta de forma helicoidal alrededor de la columna y en la que, a lo largo de 155 escenas y más de 2.500 figuras se nos muestra la impresionante fuerza de las legiones romanas. Construcción de fortificaciones, puentes, asedio de ciudades, el llanto de los vencidos... todo un relato épico en el que el emperador aparece un buen número de veces, pero en el que también hay sitio para los vencidos.Los personajes se nos muestran en distintos planos de relieve en un intento de perspectiva. Otras veces se superponen sobre un fondo arquitectónico, siempre con una depurada técnica, dejando patente el gusto por el retrato al representar al emperador perfectamente reconocible.


En este vídeo se hace un buen análisis de la obra



jueves, 25 de noviembre de 2010

Características arte romano

Introducción histórica




El arte romano tiene dos fuentes esenciales de influencia artística: la etrusca y la griega. La aportación etrusca es importante porque se adoptará el arco, la bóveda, y la columna toscana en la arquitectura y el retrato en la escultura. 

miércoles, 24 de noviembre de 2010

obras comentadas 1

La Dama de Auxerre

Época arcaica griega. Escultura exenta. S. VI a.c.

Es una pequeña estatuilla de apenas 55 cm, pero de una gran belleza. Se considera la primera obra de la estatuaria en piedra que se conserve completa. Pertenece a la escuela cretense, probablemente primer centro de esta actividad escultórica. Al parecer se trataba de una imagen votiva como se desprende de la posición de su mano derecha en actitud de exvoto y la izquierda pegada al cuerpo.

 En ella podemos apreciar todas las características formales que distinguen este tipo de esculturas femeninas, especialmente su sentido de bloque cerrado y por tanto su rígida frontalidad. En cualquier caso se observa un trabajo de labra bien distinto entre la parte inferior cuya técnica es más rústica, y la parte superior con detallismos en el propio peplo, el paño de lana decorado con cenefas incisas y la ancha correa a la cintura.

El pelo asimismo se trabaja con detenimiento, siguiendo la moda egipcia del "peinado de pisos" otorgando a la obra un mayor naturalismo, acentuado igualmente por el trabajo en los pechos. Por el contrario, el rostro sigue todavía sin fijar la expresión, que con su forma triangular tiende a la idealización.  Llama la atención su sonrisa arcaica un tanto forzada y falsa; la desproporción; (obsérvense las manos en comparación con el antebrazo o los pies de gran tamaño) de las distintas partes del cuerpo, así como los ojos grandes y almendrados carentes de expresividad.

El faldellin que cubre de la cintura a los pies, tiene una sencilla decoración geométrica de líneas rectas horizontales y verticales que contrasta con las líneas curvas de la parte superior (cabello, senos o brazos).


Auriga de Delfos

 Escultura en bronce. Periodo severo, 1ª 1/2 S. V a.c.

Es lo que queda de un monumento encargado por el tirano Poyzolos de Gela para conmemorar su victoria en una carrera de cuádrigas en Delfos.  Cabe destacar la riqueza de los materiales empleados (bronce, pasta vítrea en los ojos y láminas de plata en los labios). En cuanto al trabajo escultórico, presenta dos partes claramente diferenciadas a lo largo del chitón: la mitad  superior, más dinámica debido a los pliegues paralelos, con alternancia de ritmos verticales y horizontales. La mitad inferior, quizás porque iba tapada por el carro, está trabajada de manera más rígida y con menos detalle.

El cabello se trabaja con naturalismo, alrededor de un cráneo esférico, prototipo de la época clásica por ser la esfera representación geométrica más perfecta y la razón, es decir, la cabeza, la que dirige al hombre). La expresión tiende a la idealización, al no existir relación entre la acción real y la expresión. La sensación de calma y serenidad están ya en la línea de la escultura clásica

En cuanto a la composición, el auriga sostiene las riendas con una mano y gira la cabeza hacia el lado contrario, buscando una compensación compositiva. Se mantiene así una cierta rigidez en el conjunto, aunque la posición de la cabeza y el brazo adelantado rompen la simetría tradicional.

El Discóbolo

Copia en mármol del original en bronce. 2ª1/2 S. V a.c.

El original estaba hecho en bronce aunque se conservan copias romanas en mármol y una en bronce. Es obra del gran broncista Mirón (470-440) y representa al atleta en el momento de coger impulso para lanzar el disco. Se trata  de una de las primeras obras que representa al hombre como ideal simbólico en sí mismo y no como representación de los dioses. La composición se estructura en dos curvas contrapuestas, describiendo un amplio movimiento y transmitiendo una sensación de dinamismo, ayudado por el material (bronce) y por la luz.
 A pesar de todo, la obra aunque ya busca la perfección anatómica, no consigue dar volumen a los músculos ni corresponde el esfuerzo físico con la expresión del rostro ( inconexión de la acción representada con la expresión). Sin embargo ya subraya el equilibrio emocional propio del clasicismo.



EL PARTENÓN

Autor: Ictinos y Calicrates
Arquitectura griega: 447-432 a.c.
Época clásica.
Templo dedicado a Athenea Parthenos, diosa protectora de la ciudad de Atenas, construido en la Acrópolis, durante el gobierno de Pericles.
Se trata de un templo concebido como expresión y símbolo de la victoria de los griegos, capitaneados por Atenas, sobre los persas en las guerras médicas. Los atenienses agradecen así a su diosa protectra la ayuda en esta guerra. El proyecto fue de los arquitectos Ictinos y  Calícrates pero el planteamiento general y la supervisión correspondieron al gran escultor Fidias, quien decorará con relieves los frontones, metopas y frisos del mismo.
Construido en mármol pentélico, es un templo de orden dórico, octástilo anfipróstilo y períptero. Esponente de la arquitectura arquitrabada, representa la idea de la perfecta proporción, la llamada "sección aurea", por la que las partes están relacionadas con el todo. Se sitúa sobre una plataforma escalonada o Krepis, de la que arrancan las columnas sin basa, con el fuste estriado en arista viva y el capitel formado por un equino liso y un ábaco poligonal. Sobre el ábaco se asienta el entablamento, en el que destaca el bello friso compuesto de triglifos y metopas, decorado por Fidias con cuatro programas iconográficos (gigatomaquia, centauromaquia, amazanamaquia y guerra de Troya). El remate en sus lados cortos se realiza mediante un frontón, en cuyo interior (tímpano) Fidias esculpe "el nacimiento de Atenea" y "La disputa del patronato del Ática". El tejado a dos aguas se remata en sus vértices por "acróteras".
En su interior, sobre una planta dividida en cuatro partes (pronaos, naos, partenón y opistodomus) destaca la altura de la naos, con dos alturas de columnas separadas por un entablamento, y que dividen la dividen horizontalmente en tres naves. Esta gran altura permitió colocar en su interior la gigantesga escultura de Athenea Parthenos realizada por Fidias.
Si importante es el diseño del templo, mucho más llamativos son los detalles que hacen que la visión de éste sea perfecta. Se trata de una serie refinamientos ópticos que afectan a la krepis y el entablamento (ligeramente curvados), a las columnas (inclinadas unas, engrosadas otras), así como a los intercolumnios, de distancia desigual. Todo ello con el fin de lograr la perfección visual.

EL DORÍFORO


Autor: Policleto
Copia romana en mármol del original en bronce
440 a.c. Periodo clásico griego
Escultura de bulto redondo que representa a un joven atleta portando una lanza en su mano izquierda, y en actitud de avanzar. Es obra de Policleto, un experto broncista de la escuela de Argos, en el Peloponeso. Su principal aportación teórica a la escultura es el canon de siete cabezas, como forma de representación de la perfecta proporción, base fundamental del ideal de belleza clásico. 
Esta escultura es un perfecto ejemplo de representación naturalista por el extraordinario estudio anatómico, especialmente destacado en la musculatura pectoral, brazos y piernas. Es destacado también el criterio geométrico que se percibe en el círculo formado por el pliegue inguinal y la curva del tórax, teniendo como centro el ombligo. La marcada diartrosis y el contraposto contribuyen a dar dinamismo y movimiento a la escultura, rompiendo así la tradicional frontalidad de la escultura de siglos anteriores, aunque sin renunciar a un cierto estatismo, símbolo de equilibrio físico y psicológico, fundamentos de la armonía del individuo.
La idea del círculo y la esfera (símbolos de perfección) se repite en una cabeza perfectamente esférica y que respeta la regla de la proporción de los tercios (un tercio la frente, un tercio la nariz, un tercio la barbilla). Los signos "aracaizantes" los apreciamos en una cierta inexpresividad del rostro y el tratamiento del pelo, demasiado pegado a la cabeza, sin volumen. 
El Doríforo es el atleta perfecto, el joven perfecto, que no representa a un personaje concreto sino que se convierte en prototipo de los valores ciudadanos de la polis clásica. En este momento no interesa individualizar personajes, valores o sentimientos, lo fundamental es la representación de los valores de la "areté" (excelencia) que se consideran fundamentados en el concepto platónico de belleza.

Apoxiomeno

 Escultura exenta en mármol sobre original en bronce. S. IV a.c.

Realizado originalmente en bronce, fue trasladado a Roma por el emperador Agripa. El nombre de la obra coincide con la acción que está realizando la figura, que no es otra que la del atleta que se limpia con una “strigilis” (cepillo metálico) la piel cubierta de polvo y aceite.

En esta pieza hallamos un canon nuevo: se estiliza el cuerpo y se reduce el tamaño de la cabeza, y además se acentúa el volumen y la pesadez muscular. Compositivamente también rompe con los criterios clásicos, pues el brazo derecho se extiende hacia el espectador, escorzo que rompe la armonía frontal clásica. Se multiplican así los puntos de vista de la pieza, lo que se enriquece además con un tratamiento igualmente naturalista de la anatomía.  
Ya no se observa tampoco el equilibrio psicológico clásico puesto que nos representa a un hombre cansado y con el pelo revuelto, lejos del idealismo anterior.


Laoconte y sus hijos

 Se trata de una obra en mármol que representa un pasaje de la Eneida de Virgilio, cuando Laoconte, sacerdote de Apolo, se opone a la entrada de un caballo griego en la toma de Troya. Es entonces cuando él y sus hijos son atacados por serpientes sobre el ara del dios al que habían ofendido.

Se trata de una obra de gran espectacularidad dramática, hasta el punto de que se la considera expresión universal del dolor. La disposición de las figuras es teatral, ficticia; sus posturas retorcidas hasta el paroxismo y el tratamiento de los cuerpos es de una tremenda fuerza expresiva, así como el gesto del propio Laoconte, muy distinto al de sus hijos (más clásico).
La composición está perfectamente estudiada: los tres personajes están interrelacionados por las líneas retorcidas de las serpientes y dispuestos en una perfecta diagonal, acentuándose la expresividad por efecto de la luz y la tensión de los cuerpos. La fuerte acentuada musculatura de Laoconte, su rostro y la barroquización en el tratamiento del pelo, ojos, barba... influyeron enormemente en Miguel Angel (contemporáneo del descubrimiento de la pieza) inclinándolo hacia su terribilitá.

martes, 23 de noviembre de 2010

Escultura griega

 

Escultura griega clásica







  El periodo arcaico: Kuroi & Kores 


Del periodo arcaico destacan muchas obras que representan en su mayoría a jóvenes atletas o héroes, como Cleobis y Biton.

En escultura femenina y por influencia de Creta se tallan figuras votivas como "La dama de Auxerre"



Es pequeña, de algo más de medio metro. Conserva muy pocos restos de la policromía. Está muy trabajada, especialmente la túnica. Viste el chitón recogido en la cintura con un gran cinturón muy elaborado. La falda aunque es lisa, lleva una decoración formando cenefas, dando muestras de la laboriosidad del borde. Por detrás no hay decoración, sino que se cubre con un pequeño manto. Tiene una actitud religiosa.


Los brazos están separados y la anatomía marcada, especialmente en el pecho. El pelo le cae en tirabuzones muy rígidos con líneas horizontales marcando recuadros. El cabello también tiene forma triangular.
ir al comentario



También jóvenes Kores, representadas con el peplum y policromadas para conseguir un mayor realismo


Hera de Samos...

Obra de los talleres de Samos, realizada en mármol, le falta la cabeza, y es mucho más estilizada que las anteriores. Muestra un especial cuidado en el ropaje, ya que los pliegues son muy menudos y verticales, se estrecha hacia la parte inferior adaptándose a la forma del cuerpo, y marcando ligeramente la anatomía. El manto tiene pliegues diagonales.

La transición al clasicismo: el periodo severo






Escultura clásica: "Doríforo" de Policleto



 Ir al comentario


(haz clic en la imagen y podrás ve el vídeo del comentario de la obra)


Escultura helenística: "El Laoconte"

“Laocoonte a quien la suerte había designado como sacerdote de Neptuno, estaba en el altar sacrificando un enorme toro. He aquí que desde la isla de Ténedos, por las aguas tranquilas y profundas (yo lo recuerdo con horror), dos serpientes de gigantescos anillos se extienden pesadamente por el mar y al mismo tiempo se dirigen hacia la orilla; y, erguidos sus pechos sobre las aguas, sus crestas color de sangre dominan las olas (...).



Exangües ante lo que veíamos, huimos; pero ellas, con avance seguro, se dirigen a Laocoonte, y primero las serpientes se enroscan en los pequeños cuerpos de sus dos hijos y a mordiscos devoran los desdichados miembros; después al ir el padre en su auxilio con las armas en la mano, le apresan y le estrujan con sus grandes nudos. Por dos veces enroscan su escamoso cuerpo alrededor de la cintura, dos veces también alrededor de su cuello, sobrándoles las cabezas y las colas. Él intenta arrancar los nudos con sus manos; sus vendas se ven empapadas de baba y el toro herido cuando abandona el altar sacude de su cerviz el hacha mal clavada.”

VIRGILIO: Metamorfosis


Movimiento, volumen, composición piramidal, predominio de las diagonales, sentimiento (pathos), tratamiento del rostro, pelo y barba (efectos de claroscuro)... son algunas de las claves de esta escultura.



Y por si no lo tenéis claro, un video "marchoso" de resumen:

lunes, 22 de noviembre de 2010

Arquitectura griega





En este enlace encontrarás una explicación muy clara





El templo griego

"Quien investigue arquitectónicamente el templo griego, buscando en primer lugar una concepción espacial, tendrá que huir horrorizado, señalándolo amenazadoramente como típico ejemplar de noarquitectura. Pero quien se acerque al Partenón y lo contemple como una gran escultura, quedará admirado como frente a pocas obras del genio humano(...). El mito que hace de Fidias más que de Ictinos y Calícrates, el ideador del Partenón, parece simbolizar el carácter meramente escultórico de la edilicia religiosa griega en el curso de siete siglos de desarrollo.

Los elementos que constituyen el templo griego, como es sabido, son : una plataforma levantada sobre el suelo, una serie de palos de bolos apoyados sobre ella y un arquitrabe continuo que sostiene el techo. También hay, es cierto, una cela, que en el periodo arcaico constituía el único núcleo constructivo del templo, y era, por consiguiente, un espacio interno ; pero este espacio no fue nunca pensado creadoramente, porque no respondía a funciones e intereses sociales : más bien era un espacio sencilla y literalmente cerrado, y el espacio interior así encerrado es, justamente, característico de la escultura. El templo griego no estaba concebido como casa de los fieles, sino como la morada impenetrable de los dioses. Los ritos se desarrollaban en el exterior, entorno al templo, y toda la atención y el amor de los escultores-arquitectos fueron dedicados a transformar los palos de bolos en sublimes obras maestras plásticas (...).
ZEVI,B : Saber ver la arquitectura. Poseidón. Barcelona 1991 (1951), págs 55-56.



Las plantas




El alzado

El partenón (S. V a.c.)


"¿Qué es lo que te impresiona cuando al mirar una cosa sientes interés, atracción, desbordante placer ? La opinión general, atreveríame a decir, es que la relación de las partes entre sí y de aquéllas con el conjunto constituye la belleza sensible ; es decir, que la belleza de las cosas que vemos, como la belleza de todo lo demás, se compone de simetría y proporción. Según este criterio, nada simple y desprovisto de partes puede ser bello, sólo un compuesto."  
                                  PLOTINO
 Comentario Ir al comentario













El Erecteion



“A menos que esté familiarizado con la Historia, {el arquitecto} será incapaz de justificar el uso de aquellos ornamentos que tenga ocasión de introducir. Si, por ejemplo, en vez de columnas se colocan estatuas de mármol de mujeres vestidas con estola — que se llaman cariátides— y si superpone modillones y cornisas, deberá saber dar explicaciones a quienes pregunten; veamos: Caria, ciudad del Peloponeso, conspiró contra los griegos con ayuda de los persas, enemigos de los griegos. Posteriormente estos, como respuesta a su traición, y al verse libres de los persas tras una gloriosa victoria, de común acuerdo declararon la guerra a los habitantes de Caria. Una vez conquistada la ciudad y pasados a cuchillo sus habitantes, se llevaron como esclavas a sus matronas. Para que estas circunstancias fuesen mejor recordadas, y la naturaleza de su triunfo perpetuada, los vencedores las representaron con sus túnicas, aparentemente sufriendo por el peso de la carga asignada, como expiación del crimen de su ciudad natal. Así, en sus edificios, los arquitectos antiguos, mediante el uso de estatuas, legaron a la posteridad un memorial del crimen de los carios.”
“De architectura”, capítulo I. Vitrubio



 Ir al comentario





La Acrópolis de Atenas

También en vídeo...



Y para terminar, el teatro






Ir al epígrafe III